ALFARERAS
De la recolección del barro -allpa manka- a la elaboración de objetos
Como es bien conocido, con la aparición de la alfarería, el ser humano descubrió la manera de controlar la transformación de los elementos naturales y así optimizar su aprovechamiento; la cerámica se convierte en el producto final de un proceso de producción en donde el barro de deleznable se vuelve firme, resistente, además, guarda en su interior la cosmología de quienes lo elaboraron (Childe, 1936; Orton et al., 1997 en: Solórzano, 2015).

Nuestra Historia
La historia de las alfareras de la ciudad de Tena, ubicada en la provincia de Napo, es una narrativa fascinante que se remonta a tiempos ancestrales. Estas mujeres talentosas han desempeñado un papel fundamental en la preservación de la cultura y las tradiciones de la región, a través de la creación de hermosas piezas de cerámica que cuentan historias de generación en generación.
El arte de la alfarería en Tena tiene raíces profundas en la herencia indígena de la Amazonía ecuatoriana. Las comunidades quichuas, cuyos antepasados habitaron esta región desde hace siglos, desarrollaron técnicas de alfarería que se transmitieron de una generación a otra. Las alfareras de Tena han sido guardianas de estas técnicas, manteniendo vivas las tradiciones y compartiendo su conocimiento con las generaciones futuras.
La materia prima principal para la alfarería en Tena es la arcilla extraída de los ríos y arroyos cercanos. Las alfareras seleccionan cuidadosamente la arcilla, la mezclan con agua y la amasan hasta obtener la textura adecuada para la creación de sus piezas. Luego, dan rienda suelta a su creatividad, moldeando la arcilla con sus manos y utilizando herramientas tradicionales, como palos y piedras, para dar forma a sus creaciones.
Los diseños y patrones utilizados en la cerámica de Tena a menudo están inspirados en la flora y fauna de la Amazonía, como serpientes, jaguares, aves exóticas y plantas tropicales. Estos elementos reflejan la profunda conexión que las comunidades locales tienen con la naturaleza que los rodea.
La alfarería en Tena no solo es una expresión artística, sino también una fuente de sustento para muchas familias. Las alfareras venden sus piezas en mercados locales y a turistas que visitan la zona, contribuyendo así a la economía local y promoviendo el arte y la cultura de la región.
A lo largo de los años, las alfareras de Tena han enfrentado desafíos, como la competencia de productos industriales y la presión sobre sus recursos naturales. Sin embargo, su perseverancia y compromiso con sus raíces culturales les han permitido mantener viva la tradición de la alfarería en la provincia de Napo.
En resumen, la historia de las alfareras de Tena es un testimonio de la fuerza de la cultura indígena en la Amazonía ecuatoriana y la importancia de preservar y celebrar las tradiciones ancestrales. A través de su arte, estas mujeres continúan compartiendo la rica historia de su comunidad y su profunda conexión con la naturaleza, inspirando a las generaciones futuras a apreciar y valorar la herencia cultural de la región de Napo.